Como ya te contábamos en el artículo anterior, queremos profundizar y aclarar las dudas que nos vais lanzando últimamente acerca de cómo protegernos del sol de manera natural, cuidando la salud y respetando el medio ambiente pero en este caso con una protección que nosotros llamamos nivel 2, es decir, ya ha llegado el calor y con él los días de montaña, playa, piscina y largos paseos por el campo, van a ser habituales.

El Dios Sol

El sol nos aporta infinidad de beneficios, desde el punto de vista de la biología, es una fuente de vida esencial para la existencia de los seres vivos del planeta. Como ya te comentábamos en el artículo anterior con mayor detalle, el sol es esencial para la absorción de vitamina D (la vitamina antirraquítica) que permite la absorción del calcio en huesos y dientes, favorece el descanso, estimula el metabolismo, nos llena de energía y vitalidad, refuerza el sistema inmune y desinfecta. A la mayoría ponernos un ratito al sol suave, nos encanta porque regula nuestro sistema nervioso.

El hecho de haber dejado de exponer la piel al sol o de hacerlo con protectores solares, ha impedido que las funciones de las que te hablábamos en el artículo anterior puedan realizarse con normalidad. De hecho, al aumento de deficiencia de vitamina D en la mayoría de personas, se le atribuyen la gran cantidad de problemas de salud y el aumento de enfermedades como la osteoporosis, la diabetes, la hipertensión, enfermedades cardíacas, incluso el cáncer, así como de pieles cada vez más débiles y expuestas a todo tipo de desequilibrios.

El sol es un amigo pero puede ser un enemigo si no prestamos la debida atención y aplicamos sentido común. Nos bronceamos porque nuestra piel está llena de foto-receptores que absorben parte de las radiaciones a través de la melanina, unas células especializadas de nuestra piel. La piel cuando recibe el sol, estimula la producción de los melanocitos, así es como poco a poco nos vamos poniendo cada vez más morenos.

Pero tomar el sol con exposiciones repentinas y prolongadas después de todo el invierno, desmedidas, durante las horas centrales del día o con un alto índice de U.V. puede producir quemaduras solares que pueden derivar en erupciones y posteriormente en manchas por hiper-pigmentación. No tomar el sol con cierto sentido común puede provocar deshidratación, y por lo tanto que la piel pueda pelarse incluso perder firmeza y juventud y producirse foto-envejecimiento. Otro tema que nos preocupa y que estamos habituadas a ver, son las denominadas «melanopatías», es decir, disfunciones en la formación de melanina que pueden producirse por un abuso de sol, alimentación deficiente o el consumo de determinados fármacos.

Aunque la exposición solar excesiva es un factor de riesgo establecido para el melanoma maligno cutáneo, la exposición continua a los rayos solares altos se vinculó con mayores tasas de supervivencia en pacientes con melanoma en etapa temprana en un estudio informado por Marianne Berwick, profesora de epidemiología en la Universidad de Nuevo México, en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer de febrero de 2005.

Es importante señalar que la mayoría de los melanomas ocurren en las áreas del cuerpo menos expuestas al sol, y que la exposición a la luz solar, en realidad, redujo el riesgo de melanoma en un estudio publicado en junio de 2003 en Journal of Investigative Dermatology.

Otros estudios argumentan que los beneficios para la salud de la exposición solar, parecen superar los efectos adversos y que los riesgos pueden minimizarse controlando cuidadosamente la exposición a los rayos ultravioletas, así como aumentando la ingesta de antioxidantes y grasas saludables en la dieta y cuidando la piel externamente con hidrolatos y aceites crudos y orgánicos.

Protección solar tipo 1

Cómo comentábamos en la primera parte de este artículo, para realizar tus rutinas diarias como un paseo matutino, ir al trabajo, a comprar, etc. puedes optar por cualquiera de los Aceites Faciales de Oshadhi, siendo el Bronceado de Seda, la Jojoba de Sol y la Jojoba Zanahoria los más recomendados en esta época del año.

Cuando hablamos de protección de nivel I nos referimos a hacer frente a las distintas actividades diarias y rutinarias, sin exposición solar intensiva, únicamente los rayos solares que puedas tomar en los distintos desplazamientos a pie.

El uso continuado de la línea facial y corporal de Oshadhi evita el envejecimiento prematuro y la deshidratación de la piel durante la exposición solar. Siendo constantes, mantendremos una piel luminosa, hidratada y menos manchada.

Protección solar tipo 2

En este caso hablamos de una exposición prolongada al sol, véase pasar un día en la playa o montaña donde vamos a recibir una intensidad alta y prolongada de rayos U.V. por lo que debemos asegurarnos una protección solar efectiva. Habrás oido hablar de que la «piel tiene memoria», es decir, donde ha habido una quemadura o un daño solar, es posible que con el tiempo la piel desarrolle una lesión. Tampoco queremos que se engrose como medida de defensa ante el sol. Una piel que se cuida con Oshadhi, no está engrosada, todo lo contrario, son pieles preciosas y fuertes.

No olvidemos que este tipo de exposición es la que más atención requiere por tu parte, pues no es inhabitual que se puedan producir quemaduras o eritemas, alergias solares, manchas ocasionadas por la interacción con determinados fármacos o cloasma en caso de embarazo.

Dentro de la oferta de protectores solares disponible en el mercado encontramos los protectores o filtros químicos (también mal llamados orgánicos), los protectores o filtros físicos y los protectores o filtros biológicos.

Filtros químicos

Son las clásicas cremas que encontramos en grandes superfficies, en el súper, perfumerías o farmacias. Se les conoce con el nombre de filtros químicos u órganicos, aunque esta última acepción puede generar confusiones, ya que son fórmulas creadas con componentes químicos de síntesis principalmente derivados del petróleo. Este tipo de protectores son los más conocidos pero no serían los más indicados por su composición (completamente sintética) y porque no todos absorben los rayos U.V.A., que pueden causar melanoma. Además, estos filtros no permiten la absorción de la «esencial vitamina D» y son nocivos para la salud humana concretamente en el sistema endocrino (cada vez hay más evidencia científica), las plantas y animales y el medio marino. En países como Hawai están prohibidos y recientemente ha salido publicado un estudio donde se demuestra que algunos de sus componentes ya aparecen en el cordón umbilical de los bebés.

Filtros físicos

Los filtros físicos o minerales son los que encontramos principalmente en tiendas ecológicas y para-farmacias y son una alternativa a los filtros químicos. Son eficaces contra los rayos U.V.A. y U.V.B., infrarrojos y la luz azul y se componen principalmente de dióxido de titanio y óxido de zinc. Estos filtros actúan como una pantalla espejo, creando una especie de capa blanca que refleja toda la radiación solar. El problema en este caso lo tenemos en las nano-partículas, que puede llegar a penetrar en el torrente sanguíneo por vía olfativa y dermal. Estos filtros tampoco permiten la absorción de la «esencial vitamina D» y hay sospechas que estos componentes también pueden contaminar el medio marino.

Filtros biológicos

Los filtros biológicos, también llamados orgánicos (añadiríamos «realmente» orgánicos), vegetales o botánicos, son preparados naturales que aportan una protección orgánica que nada tiene que ver con las anteriores. Estos filtros no son protectores convencionales como los F.P.S. (pantallas solares convencionales), son agentes antioxidantes muy potentes que luchan contra la acción de los radicales libres y, por lo tanto, contra el foto-envejecimiento provocado por el sol. En el caso de Oshadhi son 100% puros y naturales y su función es nutrir y proteger la piel, permitiendo la absorción de la vitamina D y los múltiples beneficios que nos aporta el sol. Actúan como filtros transformando la radiación U.V. en calor, bajando así su intensidad, la misma tecnología que utiliza tu piel o las propias plantas para relacionare con el sol.

Cuando utilizamos estos hidrolatos y aceites crudos para cuidar la piel, estamos absorbiendo con ellos, toda la energía vital de las plantas de las que fueron extraídos, pero también la energía del sol. Al igual que las plantas necesitan y utilizan la luz del sol, para crear, a través de la fotosíntesis, los nutrientes necesarios para poder crecer, protegerse y adaptarse al entorno, cuando aplicamos sobre la piel, estos hidrolatos y aceites crudos, estamos absorbiendo esos mismos nutrientes y la capacidad de proteger y adaptar la piel ante factores externos, incluida, la luz del sol.

Podríamos decir que los aceites crudos e hidrolatos, junto a la luz del sol, aportan a la piel, los nutrientes necesarios para poder realizar todas las funciones para las que fue creada. Muchos de los problemas de la piel que se denominan «daño solar» son en realidad el resultado de la poca o nula exposición solar, de una mala alimentación y del uso inadecuado de productos cosméticos, que más que cuidar la piel, la oxidan, debilitan y la hacen mucho más vulnerable.

Ventajas y desventajas de utilizar un filtro orgánico o biológico

Son muchas sus ventajas:

Los preparados naturales de las plantas nutren y protegen la piel, transforman los rayos nocivos en calor y captan la vitamina y todos los beneficios que nos aporta el sol sin que haya un bloqueante.

Su uso continuado evita el envejecimiento prematuro y la deshidratación de la piel durante la exposición solar. Siendo constantes, mantendremos una piel luminosa, hidratada y con menos manchas.

Recuerda que España es uno de los países consumidores de fármacos para regular la carencia de vitamina D. Siendo que el sol, del que disponemos aquí tan generosamente, nos suministra esta vitamina de manera natural. La Vitamina D natural es sintetizada por los esteroles y entre otras, regula la absorción de calcio y fósforo en huesos y dientes.

Son grandes antioxidantes que evitan el foto-envejecimiento mientras recibimos los rayos del sol. Estimulan el sistema defensivo de la piel, su respuesta es mayor y mejor por lo que vas a notar que tu bronceado es dorado, uniforme y muy-muy duradero.

Tu piel se despierta y activa de nuevo su alarma natural ante el sol excesivo, empieza a comunicar: incomodidad por demasiado sol, calor, rojez… no te extrañes y escucha. Seguramente debes retirarte del sol y buscar una buena sombra.

Evitamos el posible daño medioambiental que ocasionan los filtros convencionales, se está produciendo un problema bastante grave como consecuencia del uso intensivo de este tipo de cremas. Con un filtro orgánico o botánico tienes la seguridad de que no aplicas sustancias tóxicas y por tanto hay el mínimo riesgo de alergia.

Desventajas del uso de este tipo de protección:

La piel debe estar curtida y fuerte, y ha debido ser tratada durante todo el año con productos de alta calidad que la hayan ido preparando, regenerando y fortaleciendo, como la amplia gama de productos de Oshadhi. Contacta con nuestro departamento técnico para saber qué fórmulas aromaterápicas son las adecuadas para tu piel a lo largo de las distintas épocas del año. Esto es imprescindible para todos, pero en especial para los fototipos más claritos.

Debes prepararlos tu mism@ mezclando todos los ingredientes que hemos nombrado antes y su textura es aceite natural.

La piel debe estar curtida (con un poquito de tono), es decir, debes llevar ya una temporada tomando el sol unos minutos por la mañana y unos minutos al atardecer, cuando el índice de U.V. es bajo. Y haber aumentado paulatinamente los minutos de exposición en esa franja horaria poco a poco, tal y como te explicábamos en el artículo anterior.

Debes realizar aplicaciones continuas y repetidas. La piel debe estar siempre jugosa y nutrida con el preparado. Después del baño, por ejemplo, debes volver a aplicar siempre.

No funcionan como una pantalla o espejo (filtros físicos) o de absorción de componentes de síntesis por sangre (filtros químicos).

¿Cuál es nuestra propuesta?

En Oshadhi trabajamos con este último tipo de filtro, los filtros «realmente» orgánicos o biológicos, que podemos obtener con la mezcla de diferentes productos, todos ellos 100% puros y naturales, los principales serían:

Esta mezcla la podemos aplicar en todo el cuerpo incluido el rostro, e ir reaplicando cada vez que la piel nos lo pida (cuando comiences a sentir algo de sequedad), que variará en función de nuestro tipo de piel (fototipo) y además, si es más seca habrá que aplicar más cantidad y repetir con mayor frecuencia. A la hora de aplicarlo no estires el preparado, tienes que aplicar en cualquier caso una buena capa.

La proporción de este preparado lleva un 50% de manteca de karité, 25% de jojoba de sol y 25% de buriti que debemos mezclar en un tarro de cristal vacío y mezclar bien hasta que quede uniforme. No prepares mezclas excesivamente grandes (no más de 30mg), verás que la mezcla cunde muchísimo.

Cuando la piel presenta un fototipo muy clarito o tienes algún tipo de sensibilidad solar, podemos añadir a esta mezcla el Aceite vegetal de calófilo. Para ello tendríamos que retirar un 5% de cada uno de los anteriores y añadir el calófilo al preparado, entonces quedaría un 45% de manteca de karité, un 20% de jojoba de sol, un 20% de buriti y un 15% de calófilo.

Otras recomendaciones importantes

  1. Evitar exponerse al sol en las horas en las que la radiación U.V. sea 6 o superior, e aunque sea bajo cuando notemos que el sol tiene una alta intensidad ya que lo más probable es que terminemos con quemaduras. Deben ser evitadas las horas centrales del día.
  2. La posibilidad de sufrir quemaduras solares aumenta con la altura. Cada 300 metros aumenta en un 4% la posibilidad de eritemas solares. La latitud también influye. Los rayos del sol no afectan de la misma manera a todo el planeta. Cuanto más cerca del ecuador, mayor es la radiación. Al igual que influye la época del año en la que nos encontremos y la hora del día, cuánto más alto esté el sol, mayor será la radiación. Las radiaciones se reflejan de forma distinta en una superficie tipo arena, césped o nieve.
  3. Hay que prestar especial atención a la hora de bañarnos, ya sea en piscina, con los cloros o la arena y la sal se pierden y tendremos que volver a repetir aplicación.
  4. Si no puedes evitar exponerte al sol en horas intensas, utiliza sombreros y cubre tu cuerpo con ropa ligera de algodón, gasa y lino. En cuanto puedas, busca la sombra. Nos encanta el truco de la propia sombra, que habla de tomar el sol cuando la proyección de la sombra sea mayor que la altura de la persona. Este consejo es genial.

A través de nuestra web puedes adquirir estos tres productos en una PROMOCIÓN ESPECIAL para que puedas preparar la piel para este verano.

No obstante, te aconsejamos que amplíes información acerca de la protección y cuidado de la piel en estos dos otros artículos de nuestro blog:

“Una piel bonita y sana es el resultado de una exposición solar consciente y de cuidarla como el gran órgano que es, para que ambos puedan interactuar

y mantenernos en un perfecto estado de salud”.

Autora Eva Bouzas-Ros. Aromatóloga

Con la colaboración de Mar Muñoz. Cosmetóloga

Fuentes:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18414615/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17687428/

https://www.nytimes.com/2004/07/20/health/i-beg-to-differ-a-dermatologist-who-s-not-afraid-to-sit-on-the-beach.html

The Sun and the “Epidemic” of Melanoma: Myth on Myth!, el Dr. Bernard Ackerman, el padre fundador del campo de la dermatopatología (el estudio de las enfermedades de la piel), afirmó que “no hay prueba alguna de que la exposición al sol causa melanoma”.