En primavera el aire está fragante con las primeras flores de los almendros, el zumbido de abejas ocupadas volando fuera de su colmena deseosas de extender sus alas y pájaros gorjeando sus melodías. Este es sin duda uno de los momentos más agradables del año. La Naturaleza estalla de energía renovada y de belleza.

 

Los días cada vez más largos nos invitan a entrar en sintonía con la cada vez mayor efervescencia de la Naturaleza. Nuestro ser se expande con más energía y felicidad, saliendo con entusiasmo de la estación introspectiva de invierno.

Sin embargo, para cada vez más personas la primavera significa una vuelta al molesto problema primaveral, la alergia. En estos últimos años, existe una fiebre de “rinitis alérgica” que se ha convertido en una de las preocupaciones de nuestra sociedad moderna. De hecho, más del 33% de la población en países industrializados está afectada por este problema que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, afectará al 50% de la población mundial en el año 2050.

¿Por qué tantas alergias?

Las alergias primaverales son causadas en su mayoría por los pólenes. Estas partículas minúsculas, en su mayoría inocuas, pueden provocar una fuerte reacción en el sistema inmune de la persona que identifica el polen como un intruso.

Los síntomas más comunes son:

  • Estornudos continuos
  • Ojos llorosos y con picor
  • Moqueo y congestión nasal con picor
  • Disminución o eliminación total del sentido del olfato

Como resultado de este proceso, uno puede sentirse totalmente indefenso y agotado de energía vital. Hace algunas décadas, nuestro cuerpo no habría reaccionado de la misma manera y la aparición de productos sintéticos, antibióticos, químicos y la comida de baja calidad no estaban disponibles de manera tan accesible. Hoy en día, bajo la presencia de numerosa información adicional “desconocida” nuestro sistema inmune puede fácilmente provocar una sobrerreacción. Por otro lado, los continuos estímulos y la complejidad de la vida de hoy en día, llevan al sistema nervioso a permanecer desafiado por el estrés. Este es un factor adicional para las alergias.

La aromaterapia aporta soluciones naturales brillantes para deshacerse de los síntomas de la alergia y ayuda a curarnos de sus causas subyacentes. ¿Estás preparad@ para rendirte ante la brisa embriagadora de esta prometedora y colorida nueva estación primaveral?

¿Cómo prevenir y tratar las alergias con aceites esenciales?

Dentro de todo el gran abanico de aceites esenciales que nos ofrece la naturaleza, algunos concretos pueden ser muy efectivos a la hora de prevenir y tratar la rinitis primaveral, calmar los síntomas de inflamación e irritación de las membranas mucosas de la piel y ojos y ayudar al sistema inmune a liberarse del estrés y la fatiga nerviosa acumulada.

Aceite Esencial de Estragón (Artemisia dracunculus)

El aceite esencial obtenido de la planta de estragón en sin duda el ganador para las alergias. Muy recomendado en medicina popular natural por distintas culturas y probado como eficaz y beneficioso para muchos tipos de alergia. Para sentir el alivio, deberemos tomar directamente 2 gotas de Aceite Esencial de Estragón mezclado en una cucharilla con miel o similar 3 veces al día. El estragón tiene también potentes propiedades anti-inflamatorias que disminuyen los síntomas de la rinitis.

Manzanilla Romana (anthemis nobilis)

El aceite esencial procedente de flores de este tipo de manzanilla noble es un fuerte anti-inflamatorio que puede ayudar a equilibrar el sistema inmune y reducir o prevenir los brotes de alergia. Tradicionalmente ha sido utilizada en numerosas condiciones gastrointestinales y es muy eficaz cuando la alergia surge de desórdenes digestivos. Su amable acción la convierte en uno de los aceites esenciales seleccionados contra las inflamaciones alérgicas en la piel (eccema, etc.).

Aceite Esencial de Lavanda highland (lavandula angustifolia)

Este bello aceite esencial procedente de la planta en flor es muy poderoso a la hora de suprimir la inflamación de las vías respiratorias y disminuir la secreción de moco. Sin duda, uno de los aceites esenciales que conformarán en botiquín familiar básico de primeros auxilios.

La maravilla de la aromaterapia es que cada aceite esencial, con su amplia variedad de componentes bioquímicos, no tiene únicamente un objetivo diana sino que al mismo tiempo ofrece curación a muchos otros niveles de nuestra fisiología, mente y emociones. Los aceites esenciales de Estragón, Lavanda y Manzanilla romana son también beneficiosos ayudando a aliviar la ansiedad y el estrés, y mejorar la calidad del sueño. Además, pueden ayudar a desintoxicar el cuerpo e impulsar el sistema inmune.

Prevención

Para evitar los síntomas de las alergias, podemos tomar internamente estos 3 aceites esenciales durante 2 semanas antes del periodo de riesgo. Durante la primavera podemos tomar 1 gota de cada aceite, diluido en miel o en un aceite vegetal, 2 o 3 veces a la semana. Aparte de esto, también podemos considerar una depuración detox para esta primavera  que ayude a nuestro cuerpo y al sistema inmune a lidiar con el polen que se interponga en nuestro camino.

Tratar los síntomas cuando la alergia ya ha empezado

Cuando la alergia ya ha empezado, podemos tomar la misma mezcla (mencionada arriba) 3 veces al día, 5 días a la semana y durante 3 semanas máximo. ¡Los síntomas se desvanecerán!. Después vuelve con tomas de 2-3 veces por semana hasta que la estación termine.

También es conveniente complementar este tratamiento con el uso externo mediante aplicaciones a través de la piel. Para ese propósito, puedes preparar una mezcla para masaje con los 3 aceites esenciales anteriores y añadir algún buen expectorante, como el Espliego (lavandula latifolia), Pino Scots (pinus sylvestris), Ravintsara (cinnamomum camphora cineoliferum), Eucalipto Radiado (eucalyptus radiata) o menta piperita (mentha piperita). Estos mejorarán los efectos de los otros aceites mencionados aliviando la congestión y permitiendo respirar mejor.

Volviendo a nuestra conexión con los ciclos de la naturaleza

Los ritmos de la Naturaleza son maravillosos, ellos reflejan totalmente lo que sucede dentro de nosotros. En verano, cuando la luz solar es mayor, el zumbido de la vida es más elevado. La naturaleza ha desplegado su extrema complejidad con muchos tipos de flores distintas y nos encontramos llenos de energía para movernos y explorar el mundo a nuestro alrededor. Con el regreso del otoño, la Naturaleza lentamente se prepara para su período de descanso, y nosotros también suavizamos el ritmo para procesar todas las experiencias del verano. El invierno es una invitación natural para viajar hacia el interior, tomarse más tiempo para descansar y regocijarnos en nuestro cobijo, mientras la Naturaleza está durmiendo. En primavera, la savia de los árboles avanza hacia arriba  y así también lo hace la energía de nuestro cuerpo. Las abejas salen y empiezan a limpiar sus colmenas de todo el polvo y toxinas acumuladas durante el invierno.

Cuando observamos los ciclos naturales de la vida nos damos cuenta de que somos parte de la Naturaleza, incluso cuando nos sentimos desconectados de ella. ¿Puede que las alergias estén aquí para ayudarnos a recordar este enlace esencial? ¿Somos como una abeja que también necesitamos hacer su limpieza interior?

Afortunadamente, los aceites esenciales con su efecto armonizante pueden ayudarnos a encontrar el equilibrio inherente a la vida. Los aceites esenciales de Estragón, Lavanda y Manzanilla Romana son parte de muchas plantas medicinales que están preparadas para ayudar a sincronizarnos con los ritmos de la Naturaleza, sentir alegría con la llegada de la primavera y abrirnos a su mágica expresión.

Algunos testimonios

Sufro de alergia estacional desde hace años, he intentado todo tipo de soluciones oculares y anti-histamínicos sin resultado. Este año, decidí poner un difusor de aceites esenciales en mi habitación y probé con Aceite esencial de Estragón, Lavanda y Ravintsara. También compré en una farmacia un spray nasal con aceites esenciales. Mis ojos ya no están rojos ni llorosos. ¡Ahora puede disfrutar de la primavera en paz!” –Claire

Para la alergia al polen tomo Aceite esencial de Estragón y también utilizo un poco de homeopatía. Es la primeva vez en años que mis ojos ya no están rojos ni llorosos y no tengo asma durante la primavera” – Christelle.

Tengo fuerte asma alérgico (casi me muero por ello) y también tengo reacciones con eccemas durante la primavera. Los médicos me han dado cortisona, docenas de cremas, sprays, etc, con pocos resultados. Siempre me he sentido atraída por los aceites esenciales pero los médicos expertos me advertían en contra de ellos. Ahora, cuido yo misma de mi salud y he decidido utilizar productos naturales en mi piel y en mi dieta. Ya no tengo asma y mis eccemas crónicos han desaparecido. ¡Todo en un solo mes! He vuelto a recuperar de nuevo la felicidad de salir al aire libre, ahora puedo revolcarme en la hierba recién cortada, no era alérgica al polen, como he dicho, ¡era alérgica a los productos químicos!” – Sylvie.

Tengo alergia al polen y despues de un curso de aromaterapia decidí utilizar el aceite esencial de Estragón y es de verdad una maravilla. Lo inhalo al comienzo del día y me pongo una gota en el plexo solar y no tengo signos de alergia a lo largo de todo el día. ¡Lo hago 3 días seguidos y estoy libre de alergia para toda la semana! ¡La Naturaleza nos ofrece muchas soluciones!” – Dominique.

Tengo alergias graves y cuando brotan, me niego a tomar ninguna droga. Estaba una amiga visitándome y me puso Aceite Esencial de Lavanda en la mano para inhalar y tuve una experiencia maravillosa. Mis alergias se disiparon en pocos minutos, era capaz de respirar y mis ojos se habían aclarado. No tenía ni idea de cuan poderosos podían ser los aceites esenciales” – Linda S.

Llegué a los 30 años y mis alergias empeoraban más y más. Probé con un alergólogo y con todo tipo de medicinas para la alergia, sprays para la nariz y aparatos de inhalar. El precio de todo esto se me estaba yendo de las manos y el seguro médico cubría cada vez menos. Me dije que tenía que haber algo mejor que esto. Fuí introducido en el mundo de los aceites esenciales y decidí probar el Aceite Esencial de Lavanda. Puse una gota en la planta de mi pie y una gota en mi sien, área sinual (evitando los ojos), debajo de mi nariz, frente y nuca. Lo hice mañana y noche. Después de unas semanas, noté que la congestión nasal había disminuido. Dejé las otras medicaciones y elaboré una mezcla con Aceite Esencial de Eucalipto, Ravintsara y Pino Scots. Este añadido, realmente ayudó a la Lavanda. He continuado utilizándolos, llevo el roll-on en mi cartera y lo uso en lugar del inhalador que necesitaba” – Cheryl E.

Y tú, ¿previenes o tratas los síntomas de la alergia con aceites esenciales de Oshadhi?

Doctor Malté Hozzel, fundador y director de Oshadhi