A nuestra casita de campo siempre vienen visitas. Está situada en uno de los parajes más bonitos y desconocidos del Sistema Ibérico, cerca del Monasterio de Veruela y la monumental Tarazona, y a tan solo unos kilómetros del Parque Natural de la Dehesa del Moncayo (con el último bosque de hayas del sur de Europa).
En esta zona y durante nuestros paseos, hemos catalogado un número muy importante de plantas medicinales, entre ellas, más de una veintena están directamente relacionadas con nuestra querida ciencia: la Aromaterapia
Y no olvidéis inhalar, saborear y observar las caras de vuestros comensales, porque es todo un lujo de receta. El fondo aterciopelado y floral del aroma de la rosa estará presente de manera sutil.
A lo que nos ocupa: Hoy teníamos visita, unos amigos a los que hacía tiempo que no veíamos, y nuestra vecina nos había regalado un melón ecológico con una pinta fabulosa, perfecto para la ocasión. Pero al abrirlo descubrimos que estaba un poco pasado, así que haciendo gala de una de nuestras premisas, aprovechamiento de los recursos al máximo, lo primero que pensamos fue hacer un zumo, pero ¿cómo añadirle un punto chic?
Esto es lo que se nos ocurrió:
Os dejamos nuestra receta con lo que necesitáis:
– Medio melón algo pasado, regalo de alguna vecina maja o no.
– Una maceta de hierbabuena bien fresca a la que le pediremos por favor 3 de sus hojas.
– Hidrolato de rosas de Bulgaria de Oshadhi, que seguro que sois súper fan y no os falta nunca.
Es importante que sea de Oshadhi por la calidad y el elegante aroma que va a aportar.
Retirad bien la pulpa (la zona central dulce, seguramente estará agria) y batid el melón junto a las hojas de hierbabuena.
A este jugo, añadid 1 tapón de hidrolato de rosas (unos 8ml).
Ponedlo en un vaso o copa bonitos con un poquito de decoración y servidlo bien fresquito.
Entre sus indicaciones, nos encanta como ayuda en caso de insomnio y nerviosismo o en los momentos de tristeza y apego, pero si os apetece conocer todas las propiedades vía oral de este hidrolato, os recomendamos como libro de mesilla «Hidrolaterapia» de Lidia Bosson.
Un toque aromático en la dieta y una terapia al mismo tiempo, ¿por qué no?
Un placer compartirlo con vosotros. ¡Feliz verano!
Eva Bouzas-Ros