Su nombre, lavanda, proviene del término «lavare», lavar en latín. Su hidrolato (agua de la destilación), ha sido utilizado desde hace siglos para fines de higiene y belleza, y sus flores, empaquedas en saquitos por nuestras abuelas y bisabuelas para utilizarse como aroma y preventivo de plagas en armarios y cajones.
¿Por qué elegir aceite esencial de Lavanda?
Desde hace siglos, sus propiedades están totalmente integradas en nuestra cultura, gracias a sus aromáticas flores malvas que invitan al descanso, el relax y el desapego. Sin duda, será una de nuestras mejores opciones para un sistema nervioso alterado durante el embarazo o cualquier tipo de dolencia inflamatoria. Aunque es una planta que cultivamos y destilamos desde hace muchísimo tiempo por su versatilidad medicinal y curativa, no fue hasta principios del siglo XIX cuando el químico francés René M. Gatefossé, comenzó realmente a estudiar sus indicaciones bioquímicas. La lavanda ya está integrada en los procedimientos del area de obstetricia y ginecología de muchos hospitales del mundo. En concreto, en Londres, la aplican junto con el tratamiento de oxigenoterapia para reducir la sensación del dolor durante las contracciones del parto.
Propiedades tradicionales: analgésico, anticonvulsivo, antidepresivo, antirreumático, antiséptico, antiespasmódico, antivral, bactericida, carminativo, cicatrizante, citofiláctico, descongestionante, desodorante, diurético,fungicida, hipotensor, restaurador, sedante, sudorífico, emenágogo, colágogo, cicatrizante, antinflamatorio, febrífugo.
Investigación científica.
En el 2010, Kritsidima M, Newton T Asimakopoulou K, investigaron los efectos del aceite esencial de Lavanda en pacientes odontológicos con niveles altos de ansiedad en la sala de espera. En un ensayo controlado aleatorio por conglomerados, se evaluó la ansiedad de los pacientes mientras esperaban una cita dental programada, ya fuera con olor a lavanda o sin olor. Se examinaron la ansiedad actual, evaluada mediante el Indicador de ansiedad del rasgo del estado (STAI-6), y la ansiedad dental generalizada, evaluada mediante la Escala de ansiedad dental modificada (MDAS). Los análisis mostraron que aunque ambos grupos mostraron niveles similares moderados de ansiedad dental generalizada, el grupo que había inhalado lavanda reportó una ansiedad actual significativamente menor que el grupo sin olor. Su conclusión fue que el aroma de lavanda reduce el estado de ansiedad en los pacientes dentales.
López V, Nielsen B, Solas M, Ramirez MJ, Jäger AD en el 2017 realizarón una exploración de los mecanismos utilizados por la lavándula angustifolia en el sistema nervioso central. El aceite esencial de lavanda se utiliza tradicionalmente y está aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) como medicina herbal para aliviar el estrés y la ansiedad. Su estudio consistió en evaluar los efectos del aceite esencial de lavanda (lavandula angustifolia) sobre objetivos bien establecidos del sistema nervioso central, como los receptores MAO-A, SERT, GABAA y NMDA, así como modelos in vitro de neurotoxicidad. Los resultados mostraron que el aceite esencial de lavanda y sus componentes principales ejercen afinidad por el receptor NMDA de glutamato de una manera dependiente de la dosis con un valor de CI50 de 0.04 μl / mL para el aceite de lavanda. Además, la lavanda y el linalol también fueron capaces de unirse al transportador de serotonina (SERT) mientras que no mostraron afinidad por el receptor de benzodiazepina GABAA. En tres modelos diferentes de neurotoxicidad, la lavanda no mejoró el daño neurotóxico y mejoró la viabilidad de las células SH-SY5Y tratadas con peróxido de hidrógeno. Según estos datos, los efectos ansiolíticos y de tipo antidepresivo atribuidos a la lavanda pueden deberse a un antagonismo sobre el receptor NMDA y la inhibición de SERT. Este estudio sugiere que el aceite esencial de lavanda puede ejercer propiedades farmacológicas mediante la modulación del receptor NMDA, el SERT, así como la neurotoxicidad inducida por el peróxido de hidrógeno.
Indicaciones clínicas
- cuidado dermatológico: es un gran citofiláctico, analgésico y excelente antiséptico. Se recomienda para el tratamiento de afecciones tipo dermatitis, eczema, acné, psoriasis, quemaduras o determinados parásitos cutáneos. Y para fomentar la cicatrización y reparación de la piel, por lo que resultará muy util para evitar la formación de estrías durante el embarazo.
- sistema tendinomuscular: imprescindible en masaje para deportistas o atletas, ya que evita las roturas musculares, las molestas agujetas, distensiones o esguinces. Obtendremos, durante el embarazo y el parto, buenos resultados en dolores reumáticos o musculares, ciática, calambres, dolores de espalda o migrañas.
- sistema nervioso, efecto antidepresivo y ansiolítico, especialmente utilizado en inhalación. Reduce los niveles de ansiedad y posee un gran efecto armonizador sobre el sistema nervioso, digamos que la Lavanda “negocia con el estrés”. La utilizaremos en caso de tensión nerviosa, irritabilidad o falta de concentración. Deberá ser considerada como una buena opción en caso de insomnio producido por ansiedad o estrés físico.
- propiedades antimicrobianas y bactericidas. Excelente para diluir en el ambiente y además de favorecer una atmosfera relajada, fomentar la eliminación de patógenos.
Como utilizarlo
Dada la versatilidad en el uso del aceite esencial de lavanda auténtico, va a resultar sumamente práctico tanto durante la gestación como relajante, como para algún tipo de dolor tendino-muscular y protector de la piel.
Dilución en el ambiente: mi consejo es utilizarlo en inhalación (directamente de la botella en momentos de mucho de estrés) o mediante el difusor Cool breeze.
Masaje corporal: los masajes regulares y combinados con otros aceites esenciales incluyendo la lavanda, también serán muy útiles. Añadir 1 gota de aceite esencial de lavanda a 10ml de aceite vegetal base (sésamo, jojoba, nuez de macadamia) aunque recomendamos especialmente el macerado de centella asiática.
Baños aromáticos: Añadido también los baños, si es que van a tomarse durante la gestación o durante el parto. En este caso añadir 1 gota de lavanda + 1 gota de mandarina a un puñado de sal, mezclar en el agua caliente y recibir un baño con la puerta cerrada.